Aladino coge la lámpara, la frota, aparece el genio y le dice:
- Mi señor, he aquí tu humilde servidor. Dime qué deseo quieres y te lo concederé.
Aladino le responde sin pensarlo un momento:
- Deseo que el ejercito americano abandone Irak inmediatamente.
El genio lo mira afligido y le dice:
- Ese deseo no puedo concedértelo; yo no me meto en cosas de política.
Aladino se queda pensando y asiente:
- ¡Bien! Mira, como tengo mi licenciatura desde hace tanto tiempo y no logro encontrar trabajo, tal vez podrías ayudarme a encontrar uno.
El genio lo mira con cara de circunstancias y le contesta:
- Creo que será más factible concederte el primer deseo.
Translated by Araceli Arroyo Montilla
Mixed media installation, variable size, 2011-2017.