En El Cairo se derrumba un edificio y causa un sin fin de muertos. El Rey de Arabia Saudita se entera y dona un millón de dólares para los familiares de las víctimas. El dinero se lo da a Mubarak que en ese momento estaba de visita en el país. Mubarak llama a su primer ministro y le dice:

- El Rey saudí ha donado medio millón de dólares para los familiares de las víctimas.

Y le da el medio millón.

El primer ministro llama al ministro de Asuntos Sociales y le dice:

- Su Majestad, el Rey saudí, ha donado un cuarto de millón de dólares para las familias de las víctimas.

Y le da el cuarto de millón.

El ministro de Asuntos Sociales llama a su director general y le dice:

- El Rey saudí ha donado 125.000 dólares. Por favor, distribúyelos entre los familiares de las víctimas.

El director general se reúne con las familias de las víctimas y les dice:

- Su Majestad, el Rey saudí, me pide que os transmita sus condolencias: «Que Allah bendiga las almas de vuestros muertos».